A veces uno se encuentra con un paisaje emocionante en
sitios insospechados, como por ejemplo, en un comic de Serge Clerc. Este autor francés escribió y
dibujó en los 80 algunas historietas extraordinarias, como las cinco que
aparecen en la recopilación “La noche del Mocambo”, ”que se editó en España en
1985, en la colección Humanoides de Metal Hurlant, la revista de culto que
renovó el comic europeo a partir de finales de los setenta.
Los protagonistas de estas historietas son el periodista
Phil Perfect y su amigo Sam Bronx, que se dedican básicamente a recorrer bares
y emborracharse. Otros personajes son la elegante Vanina Vainilla, a la que
ambos aman, y Jaroslav Kopeck, el mostoso vecino en camiseta imperio y sin
afeitar que se acaba llevando a la chica gracias a su labia (con ayuda del
cóctel de su invención “Morir en Stalingrado”).
Todos los años necesito leer de nuevo esas cinco maravillas,
y el principio del invierno suele ser un buen momento, sobre todo para la
segunda historieta, la magistral “Nido de espías en Alpha-Plage” (Sí, el título
viene seguramente del Alphaville de Godard)
La primera vez que vi los dibujos y leí “Nido de espias en
Alpha-Plage” me impresionó como no lo había hecho casi ningún otro comic. Y una
de las razones para ello, además del increíble guión, fue la forma en la que
mostraba el paisaje de una playa en invierno, que es un paisaje que siempre
genera un fuerte sentimiento de nostalgia, porque el final del verano se asocia
con un vago sentimiento de pérdida.
La playa en invierno, en un día nublado, con las calles y el
paseo marítimo casi desiertos, algo de viento y de lluvia, el mar encrespado,
los bares casi vacíos, todo eso está en el comic de Clerc, en 13 páginas, tan
bien expresado gráficamente que uno se siente transportado a Alpha-Plage, a los
lugares por los que deambula el alucinado protagonista, Phil Perfect, bajo los
efectos del alcohol primero y la resaca después, montándose él solo una
película de espías en la que los personajes son los escasos parroquianos del
Café des Bains, al que acude cuando se cansa de tiras piedras a las gaviotas:
… en la barra, como si nada, estaba Volkov, un sucio espía
germanooriental, y Otto Vlassonief, de la K.G.B…. Volkov dijo al otro: “Te
cambio Polonia por un vaso de cerveza”
La escena del Cafés des Bains de la primera viñeta de la
página 5 es para mí una de las maravillas de “Nido de espías en Alpha-Plage”. El
bar casi vacío que muestra Serge Clerc es un espacio envuelto por el paisaje,
porque su genial encuadre, con una equilibrada composición de líneas y planos
verticales y horizontales, nos sitúa dentro y fuera a la vez, gracias sobre
todo a la configuración en L del espacio interior, con un cuerpo de edificación
transversal y transparente que vemos al fondo y a la derecha, donde la vista
atraviesa una tras otra hasta tres fachadas de vidrio para posarse en el mar y
la línea del horizonte.
“La noche del Mocambo” puede encontrarse todavía de segunda
mano en Amazón, donde puede comprarse también una integral de Phil Perfect
editada en 2012 en Francia. En espera de que salga una traducción al español,
aquí va, como tributo a Serge Clerc, al paisaje de las playas en invierno, a
los espías y al vodka, “Nido de espías en Alpha-Plage”.